El freno portuario con el pírrico calado de 6,5 metros: tanquero sigue sin entrar
Lo que sucede con el Solar Melissa es fiel reflejo de la nefasta situación en la que se encuentra el canal de acceso al puerto de Barranquilla.
Desde el pasado 1o. de enero el tanquero Solar Melissa se encuentra fondeado en el sector de Bocas de Ceniza sin poder ingresar con los 100 mil barriles de gasolina y diesel, con destino a la Compañía de Puertos Asociados de Barranquilla (Compas) y para el abastecimiento de combustible en la región Caribe.
La razón: esta embarcación de bandera panameña y construida en 2020. con 183 metros de eslora (longitud) y 32 de manga (ancho), trae un calado de 7,9 metros. Sin embargo, el calado operacional en el puerto es apenas de 6,5 metros.
Esta situación contradice las manifestaciones que acompañadas de bombos y platillos han venido expresando de manera reiterada tanto la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, como el Director de Cormagdalena, Pedro Pablo Jurado, en el sentido de que con las multimillonarias contrataciones de dragado, a lo largo de 2021, el canal hoy se encuentra en excelentes condiciones. Nada más alejado de la realidad.
Y, lo más grave, ambos funcionarios acolitados por el propio Presidente de la República, Iván Duque, que respalda dicha gestión, desconociendo la realidad de lo que viene sucediendo en el canal. Para la muestra un botón: un tanquero que no puede ingresar al puerto por el pírrico calado en el canal de acceso.
Lo cierto es que las multimillonarias contrataciones no reflejan un resultado efectivo para que el puerto cuente con las condiciones adecuadas y evitar situaciones como la del tanquero Solar Melissa que con un calado de apenas 7,9 metros ni siquiera puede ingresar al puerto.
Lo que sucede con el Solar Melissa una vez más deja al descubierto la improductividad de los multimillonarios dragados contratados por el Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena, situación que el pasado 31 de diciembre motivó a los gremios económicos y portuarios del Atlántico a ‘pedir la cabeza’ del Director de la Corporación, Pedro Pablo Jurado, debido a su gestión claramente ineficiente.
No hay que olvidar que por la falta de calado en 2021 fueron aligeradas 600 mil toneladas de cargas a los puertos vecinos, con graves consecuencias para la economía local.
Además, el puerto, en cabeza de dicho Patrimonio Autónomo ha padecido de una verdadera planeación en materia de dragado, tanto así que, tal como lo describen los propios dirigentes gremiales, las dragas contratadas más bien parecen unas ‘veletas’, de un lado a otro, como si realmente no se tuviera plena certeza del trabajo que realmente deben realizar para poder adecuar el canal de acceso.
Aún así el resultado del trabajo no ha sido el esperado, al punto que el canal hoy registra un calado de 6,5 metros, sólo comparable con puertos de mediana o baja complejidad o importancia.
Sobre las actuales condiciones del canal de acceso el Capitán de Puerto, CN Jesús Zambrano, recordó que según el último mensaje de seguridad todas las embarcaciones que tienen calado de hasta 6,5 metros y 180 metros de eslora pueden hacer tránsito desde y hacia la zona portuaria.
En cambio, “las embarcaciones que llegan hasta con 7 metros de calado y esloras superiores a los 180 metros hasta los 200 metros, son estudiadas una por una con el fin de garantizar la que la maniobra se pueda hacer con seguridad”, advirtió.
Es el caso del Solar Melissa que viene calando 7,9 metros.
Precisó que ante la situación actual de calado, la Dimar a través de la Capitanía de Puerto, realiza un constante monitoreo de las condiciones de profundidad con los medios que dispone para ello como los levantamientos batimétricos, “con el propósito de garantizar la seguridad de la navegación, particularmente por el canal de acceso hacia las principales instalaciones portuarias en la ciudad de Barranquilla”.
“A través de esos medios seguiremos emitiendo los respectivos boletines de seguridad con el propósito de garantizar que las condiciones son las seguras para el tránsito de las embarcaciones”, recalcó.
Por otra parte recordó que, adicionalmente, “hay que tener en cuenta que en este período del año la interacción de una zona de alta presión en el Atlántico Norte y la baja presión del Darién hace un incremento en los vientos alisios y por ende también del oleaje que puede afectar las condiciones y el tránsito de las embarcaciones hacia el canal de Barranquilla”.